Si trabajar fuera del espacio tradicional ya era una tendencia, la pandemia obligó a las empresas a adoptar el home office como modelo de trabajo para proteger la salud de los empleados.
Pero equilibrar el tiempo entre las tareas domésticas y las profesionales puede resultar aún más desafiante. Entonces, ¿Qué puedes hacer para mantenerte productivo en casa y no morir en el intento? Créenos, no tienes que ocuparte todo el día en actividades profesionales y laborales.
Hoy te daremos 8 consejos adoptados por personas que son muy productivas en el home office y al mismo tiempo mantienen su vida personal en armonía.
1. Planificación del horario de trabajo
Las personas que son muy productivas en el home office saben muy bien cómo distribuir su trabajo durante el día. Además de un horario de trabajo, también planifican qué hacer cada hora: responder correos electrónicos, asignación de trabajo X, asignación Y, llamadas telefónicas, etc.
En algunos casos, no será posible seguir este plan al pie de la letra, pero lo ideal es que guíe tu día. De esta manera, tendrás una cierta cantidad de tiempo para completar una tarea y, si no puedes, pasar a otra.
2. Autoconocimiento
Otro secreto para que las personas sean productivas es que se conocen mucho a si mismas. No sirve de nada, por ejemplo, estipular una hora para terminar una tarea si sabes que no es posible y claramente la culminaras después de dos horas. El tiempo correcto te permite completar las tareas con calidad, sin sobre presionarte y sin interferir con el rendimiento.
3. Sin distracciones
E-mails, llamadas telefónicas, mensajes en WhatsApp, el vecino escuchando cumbias a nivel 11 de volumen, etc. Son varias las distracciones que pueden aparecer en el home office. Por eso, es fundamental reconocerlos y cortarlos a conciencia.
Obviamente, no se pueden ignorar los correos electrónicos del trabajo. Sin embargo, comprobar cada vez que aparezcan afectará drásticamente tu rendimiento. Las personas que son muy productivas en el teletrabajo lo saben y, por lo tanto, reservan momentos específicos para responder sus correos electrónicos.
Por ejemplo, puedes responder en momentos específicos: antes de comenzar a trabajar, justo antes del almuerzo y al final del día. Estos son momentos específicos en los que no interrumpirás tu flujo de trabajo simplemente para responder.
¿Qué pasa con los mensajes en WhatsApp? Puedes seguir el mismo camino. Si es algo muy urgente, llamará el interesado. En cuanto a las redes sociales, ni siquiera necesitamos hablar de cómo pueden afectar tu productividad. Si quieres echarles un vistazo, espera el almuerzo.
4. Variación del lugar de trabajo
Una de las grandes ventajas del home office es que te permite variar tu rutina sin comprometer la productividad. Si trabajas como diseñador, por ejemplo, puedes aplicar el Anywhere Office y trabajar en cualquier lugar con wi-fi.
Puede parecer que esta flexibilidad afectaría la productividad, pero podría ser todo lo contrario. Permanecer en el mismo cuarto 8 horas al día, interfiere con la capacidad de producción de cualquier empleado. Después de todo, no es la cantidad de tiempo disponible (la llamada hora nalga) lo que animará a un empleado a trabajar.
Por lo tanto, un gran consejo es aprovechar esta flexibilidad de ubicación, para variar tus lugares de trabajo de vez en cuando. Puedes trabajar unos días en un coworking como CREA, otros encasa y de vez en cuando en cafeterías y bibliotecas. Variar la ubicación te permite conocer diferentes personas y lugares, además de ayudar a tu creatividad, ya que aumenta tu repertorio visual e incluso cultural.
5. Hora fija para comenzar y terminar
Un gran problema del home office, es no saber cuándo empezar o terminar el trabajo. Esto hace que todo el día solo se dedique al trabajo y cuando no tiene un final estimado o perfectamente estipulado, solo puedes detenerte a la hora de dormir.
Además de la fatiga, este recurso interminable puede causar varios problemas de salud mental, como el agotamiento.
Las personas que son muy productivas en el home office, conocen la importancia de tener horarios fijos para comenzar y terminar el trabajo. Así que coloca marcadores, para iniciar el día: tomar un café, darse un regaderazo, cambiarse de ropa y comenzar a trabajar. Al final, vuelve a cambiarte la ropa y pasa tiempo con tu familia o amigos, pasea al perro o realiza cualquier otra actividad para tu tiempo libre.
6. Entorno propicio en el hogar
Las personas que son muy productivas en el home office saben cómo separar lo personal de lo profesional, incluso sise hace internamente. Después de todo, trabajar en el sofá te deja propenso alas distracciones y a un buen dolor de espalda y cuello.
Entonces, mantén un espacio específico en tu hogar para trabajar, con una mesa, una silla ergonómica, un entorno limpio y una decoración cuidada. Además de ayudar a limitar tus horas, también evita que conviertas toda tu casa en un lugar de trabajo y que los miembros de la familia interfieran involuntariamente con tu horario de trabajo.
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